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Amaunazor

Amaunataz el Sol, líder de los Hechiceros del Fénix

La Guerra Fratricida es el largo enfrentamiento armado entre Aliax Filáxide y su hermano, Taraxis Filáxide por la corona de Saraza, tras la muerte del rey Fílax.

Antecedentes[]

Taraxis fue criado en el palacio de Saraza mientras su hermano Aliax pacificaba los clanes a nombre de su padre, Fílax. Tras la muerte de Xerias, su padre tomó como consejera a la hechicera humana Tola, quien se encargó de influenciar al joven Taraxis durante su crianza, al punto de manipularlo para asesinar a su padre (sin darse éste cuenta). Cuando Fílax muere de una "extraña enfermedad" (en realidad un potente veneno alquímico), Tola manipula al entonces muy joven Taraxis para coronarse rey de los sagrizanos, pasando por encima de su hermano mayor, Aliax.

Batalla de las Mil Flechas[]

La coronación de Taraxis a espaldas del resto de los sagrizanos, quienes en ese momento pacificaban clanes y trataban con los peligros del Dominio, fue un evento a instancias de Tola, quien buscaba el enfrentamiento.

Aliax no se tomó a bien este hecho, y movilizó a muchos de sus amigos y aliados (él mismo era un caudillo militar muy respetado) contra Saraza, donde se encontró con un ejército bloqueándole las puertas, con su hermano al frente. Aliax no se tomó bien este hecho, y juró que haría valer su corona, y que si Taraxis quería gobernar, debería primero derrotarlo a él.

Tras estos dichos, Tola moviliza a los hechiceros del Fénix, sus fuerzas especiales a cargo del general Amaunataz el Sol. Los hechiceros descargan oleadas de bolas de fuego, que son frenadas por murallas de escudos de bronce, y detrás de ellos se descargan cientos de flechas, que ofician de pantalla para que las tropas de Aliax se retiren. La estrategia del mayor funciona, y los hechiceros, acostumbrados a sembrar caos en los campos de batalla y terror en los corazones, se ven soprendidos por la feroz respuesta de los arqueros y honderos aliasinos, quienes se retiran con muy pocas bajas de su lado a pesar de que los hechiceros controlaran el territorio.

Los años de guerra[]

La guerra se extendió por más de diez años, en los cuales Aliax y Taraxis se enfrentarían en varias ocasiones, con idas y vueltas estratégicas. La guerra fue feroz y enfrentó usualmente el poder de la magia, de manos de Taraxis, con el de las armas, en manos de Fílax. Es en este punto cuando los Murdianos pierden la iniciativa y descubren que largos años de estudio en hechicería no son tan eficientes como un ejército bien disciplinado y equipado.

Taraxis contaba con tropas frescas de Noas Murd y con la potencia de los hechiceros del Fénix, pero Aliax era un genio militar, y siempre pudo plantarle cara, desarrollando contramedidas efectivas contra la magia. Aliax, quien no controlaba Saraza, decide plantar su base en Talacia, una rica región bordeada por el Solar, habitada por los pueblos tálecos a quienes subyuga. Taraxis, por su lado, se ve depredado por las incursiones de Aliax, y pierde dominios enteros por el propio fuego de sus hechiceros, perdidas que lo debilitan y que impiden, entre otras cosas, que sus hechiceros rindan al máximo. Las idas y vueltas de la guerra llevan a que los taraxinos deban movilizarse hacia Talacia, donde son emboscados una y otra vez por los aliasinos.

Con el paso del tiempo, los elfos taraxinos comienzan el largo período de deserciones hacia el lado aliasino, cosa que haría que Taraxis usara cada vez más el recurso de los maestros y dependiera cada vez más de los mercenarios temalianos. Aún así, logra algunas sonadas victorias, como la Emboscada de Tyteri y el Asedio de Plistea, de donde Aliax debe huir, derrotado.

Prado de los Ciervos[]

Eventualmente, tras diez años de conflicto, Aliax lleva la mano ganadora, y se plantea una batalla final en el Prado de los Ciervos, en Talacia. A ese lugar lleva Taraxis la flor y la nata de los hechiceros del fénix y a su consejera Tola, de quien ya desconfiaba.

Aliax intenta varias veces dialogar con su hermano, y le envía numerosos mensajes, sin éxito, hasta que finalmente envía un asesino contra Tola. Tras la muerte de la oráculo, los hechiceros del fénix se desbandan y son aniquilados por las tropas de Aliax, quien se enfrenta él mismo al poderoso Amaunataz el Sol, y lo derrota en duelo singular clavándole una daga en la garganta. Los murdianos y temalianos escapan, y el resto del ejército depone las armas. Taraxis, agotado, se rinde a su hermano, y conferencian en el Castillo de Meno, una fortificación opsua.

Aliax sale del castillo coronado, y repiten la ceremonia luego en Saraza. Taraxis, quien se quería exiliar, es puesto como consejero de findu del rey Áliax Filáxide I. En ese puesto permanece en la actualidad.

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