"¡Vamos!- Soy el flautista
tengo un tambor
y una flauta también
¡Preparate! -para el flautista
Voy a silbar en el día seis
Voy a silbar en el día seis"
-------------------Oración de Berlagi
Berlagi, también conocido como El Flautista, es un Dios Mayor de las tierras de Fralia. Es el dios del sonido, la poesía y la charlatanería. Es quien le da habla a las cosas y quien enseñó lenguas a los hombres de Fralia.
Rol en el Panteón Mayor[]
Entre los Dioses Mayores, todos reconocen la importancia de Berlagi para con la creación, comprenden que el mundo no hubiera avanzado hasta hoy sin la indispensable ayuda del habla. Se dice que en un principio, el mundo era silente y en la oscuridad no se distinguía una cosa de la otra. Entonces Berlagi dotó de sonidos al mar, y luego a las aves, le dio sonidos a los arboles del bosque, al viento y por ultimo le dio la palabra a los hombres, para que se cuenten los unos a los otros las maravillas que se encuentran a la luz del día y los terrores que se esconden en la noche.
El mito del Sexto Día[]
Algunos también afirman que, en realidad, Berlagi es el dios del Viento y el Aire, sin el cual ningún sonido es posible. Los que adoran a Berlagi como una deidad del viento son más antiguos , y cuentan la historia del Sexto Día, en el cual el mundo al fin pudo hablar.
Esta historia dice que el Primer Día era nada, era polvo flotando en el vacío alrededor del Sol. Sin embargo, este polvo se juntó en el Segundo Día, y en el polvo estaban todos los elementos del mundo: la sangre, el cobre, las plantas y el hierro eran una promesa de polvo en el vacío, y se juntaron en el Mundo de Fuego; cuando se juntaron hicieron unmundo de fuego líquido, caliente, al cual le llamaban el Fuego Elemental. Sin embargo, en el Tercer Día, el fuego se retiró al centro del mundo, en donde aún sigue brillando, pues el espacio vacío reclamó lo suyo. Sin embargo, el Fuego Elemental seguía surgiendo de las entrañas de Fralia. En el Cuarto Día, el más largo, el fuego de Fralia se retiró hacia abajo, hacia el fondo de la piedra, y el Mundo de Piedra, helado y seco, amenazó con apagar toda luz y calor, y matar el Tiempo.
Pero los Dioses intervinieron, porque la promesa del árbol y el pájaro aún seguían latentes en Fralia. Y en el Quinto Día mandaron desde muy lejos cometas llenos de agua, que se precipitaron en la primera gran lluvia; Chamik. La lluvia llegó, pero aún la tierra era fría y seca, y el agua acumulada formaba océanos silentes y fríos, que se cristalizaban en la superficie, se volvían piedra fría.
Berlagi vio esto e intevino. Parado encima del mundo silencioso, en el Sexto Día tocó su Flauta, y el mundo se llenó de aliento. Los océanos comenzaron a moverse, y la luz del sol quedó atrapada en el mundo, derritiendo la corteza del Mundo de Piedra. Gracias a la música de Berlagi, el mundo entró en movimiento, y la vida fue posible.
Culto[]
Los Berlaguíes (devotos a Berlagi) tienen templos donde honrar a su Dios a lo largo y ancho del mundo, y en ellos se acostumbra a leer poesía, a contar historias y tocar música. Sus ropas ceremoniales son sueltas de color blanco, celeste o amarillo; llevan colgados del cinturón y el cuello campanas y cascabeles que repiquetean a cada paso.
Características (D&D 5e)[]
- Dominios: Tempestad, Conocimiento
- Elemento: Aire
- Alineamiento: Neutral Bueno
- Símbolo: Una flauta de pan o un cascabel plateado
Ética[]
Berlagi no concede poderes a criaturas de alineamiento malévolo. Si un personaje que recibe poderes de él comete un acto malvado, Berlagi puede castigarlo enmudeciéndolo durante una hora. Si la criatura persiste en la perfidia, el dios le quita todos sus poderes divinos y lo expulsa de la fe. Berlagi tiene la siguiente ética:
- Siempre se debe intentar hablar antes de combatir.
- Siempre se debe tener una canción en el corazón.
- Siempre se debe oír lo que los demás quieren decir, y se debe respetar su momento para hablar.
- Un devoto de Berlagi debe saber tocar al menos un instrumento o interpretar música de algún tipo (competencia en Interpretar o en Instrumentos Musicales obligatoria).
- Se debe aprender a escuchar el sonido del viento y las aves, y a apreciar el conocimiento de todos.
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